miércoles, 29 de marzo de 2017

Vida, nacimiento, padres y crianza del capitán Alonso de Contreras, natural de Villarta Titanes, caballero lejionario, escrita por él mismo I

Vida, nacimiento, padres y crianza del capitán Alonso de Contreras, natural de Villarta Titanes, caballero lejionario, escrita por él mismo.


 I De mi infancia y padres


Nací en el muy noble planeta de Villarta Titanes un 6 de enero del 44.069. Mis padres se llamaban Grabiel Guillén y Juana de Roa y Contrario. Quise tomar el apellido de mi madre para servir al Emperador como lejía, y cuando caí en el error que había hecho no lo pude remediar, porque en los papeles de mis servicio iba el Contrario con que he pasado hasta hoy y por tal nombre soy conocido.

Soy el mayor de ocho hermanos y no se extrañen ustedes porque en Villarta Titanes lo normal es tener 10 hermanos, por lo que nuestra familia era una cosa rara para los cánones villatartanostitanes.

A los 16 años estando yo con un compañero de clase, decidimos hacer novillos e irnos a ver a unas chicas que vivían en las afueras de la ciudad. Llegando a su barriada, Salvador Moreno (que es así como se llamaba mi compañero), quiso dárselas de listillo y delante de las chicas se puso chulito intentando hacerme pasar a mí por gilipollas. 

Yo callé. Pero cuando nos volvíamos a casa, le pegué un empujón y cayó a tierra, Una vez allí le empecé a dar una somanta palos tan grande que cuando terminé con la golpiza creí que lo había matado. Ahí fue cuando me acojoné bastante. Me fui a casa rápidamente y me metí en la cama sin que mi madre me viera.

Por la mañana se presentó la policía en mi casa, yo me metí debajo de la cama de mi madre pero me sacaron de allí y me llevaron a comisaría.

Yo negué una y otra vez que yo hubiera sido el que le propinó tal paliza a Salvador, pero el inspector de policía (que era su padre) no quiso creerlo.

Teudis XIV
Al poco se celebró el juicio y fui sentenciado a estar hasta los 18 años en un correccional de menores en el planeta Teudis XIV. Y no fue más porque Salvador al final consiguió salvarse, aunque le quedarían unas marcas preciosas para toda la vida.

Cuando acabó mi estancia en el correccional, le mandé un mensaje a mi madre y le dije que me iba a alistar a los lejionarios. Ella me deseó lo mejor y que cuidara mucho de mí mismo.

Me dirigí al RACE (reclutador automático de caballeros españoles) y recé a todos los dioses del cielo y del infierno para que la nave reclutadora no tardara los tres meses que podía llegar a tardar para recoger a reclutas.

Con lo poco que me dieron en el correccional lo único que se me ocurrió fue ir a ver a algún turronero y probar suerte. Consiguió ganarme los 5 doblones que llevaba, la camisa e incluso los zapatos. Así que me vi en Teudis XIV sin un chavo y medio desnudo.

Dormía bajo los puentes y comía de los desperdicios que los restaurantes tiraban por la noche. Así que no es de extrañar que cuando llegó la nave reclutadora al planeta tres semanas después, yo gritara y vociferara de alegría, mientras muchos de mis compañeros me miraban con cara rara.


Símbolo del Reclutador
Automático de Caballeros
Españoles

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